En oratoria, al hablar en público, el comienzo es el momento de enganchar, de comprometer la atención de la audiencia. Revisa cómo lograrlo y ejemplos de discursos famosos.
¡Guau! Tienes una idea que resolverá un problema transcendental en tu trabajo. ¡Te felicito! Si eres dependiente, la querrás aportar. Para ello necesitas dejar boquiabiertos a tu jefe y colegas. Y, si eres emprendedor, sueñas con dejar embobados a los posibles inversionistas e interesados.
En estos escritos te quiero apoyar para que seas el gran promotor de tus ideas, que estoy segura, son buenas. Solo necesitas organización, en la mayoría de los casos, para que tu idea no se pierda y genere el cambio que esperas.
En el artículo anterior, demostré que la elocuencia es un valor y como ejemplo presenté a un clásico de ayer y hoy: Demóstenes, el elocuente.
El orador señala que la…
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